¿Qué nuevos factores de riesgo cardiovascular han aparecido?

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte prematura y discapacidad en la población general y, según la Organización Mundial de la Salud, su incidencia está aumentando en todo el mundo. Se han identificado y estudiado ampliamente los factores de riesgo convencionales que contribuyen a la aparición y el empeoramiento de las ECV. Entre ellos se encuentran los niveles elevados de colesterol, la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo y la falta de actividad física. A pesar de la introducción de medidas para prevenir y tratar estos factores de riesgo con fármacos hipolipemiantes, antihipertensivos, antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes, la tasa de mortalidad relacionada con las ECV sigue siendo elevada.

A pesar de la eficacia de muchas de las opciones terapéuticas disponibles en la actualidad, siguen existiendo importantes lagunas en la evaluación del riesgo y el tratamiento de la ECV.

En los últimos años han aparecido nuevos factores de riesgo coronario. Se detallan en un editorial publicado en The American Journal of Medicine que describe su papel y su repercusión en nuestra salud cardiovascular.

Inflamación sistémica
Los nuevos factores de riesgo coronario incluyen las siguientes enfermedades caracterizadas por la inflamación sistémica.

Gota – Entre los pacientes que han experimentado un brote reciente de gota, aumenta la probabilidad de sufrir un episodio cardiovascular agudo, como un infarto de miocardio o un ictus.

Artritis reumatoide y lupus eritematoso sistémico – Los pacientes con una o ambas de estas enfermedades tienen más probabilidades de sufrir una enfermedad coronaria prematura y extremadamente prematura concomitante.

Enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa) – Los pacientes con esta enfermedad tienen mayores probabilidades de desarrollar enfermedad arterial coronaria.

Psoriasis – Los pacientes con psoriasis tienen hasta un 50% más de probabilidades de desarrollar ECV.

Factores maternos e infantiles
Los siguientes factores maternos e infantiles se asocian a un mayor riesgo de desarrollar enfermedad coronaria: diabetes gestacional; preeclampsia; parto de un niño con bajo peso al nacer; parto prematuro; y menopausia prematura o quirúrgica. Se desconoce el factor o factores que aumentan el riesgo de enfermedad coronaria asociado a cada una de estas afecciones, pero puede ser el resultado de un aumento de las citocinas y del estrés oxidativo.

Se ha observado una asociación inusual y aún no explicada entre las migrañas con aura en mujeres y la ECV incidente.

También es interesante la relación entre los traumatismos en los primeros años de vida y el riesgo de resultados cardiovasculares adversos en personas jóvenes y de mediana edad con antecedentes de infarto de miocardio.

Los pacientes transexuales que acuden en busca de atención para la reafirmación de su sexo también presentan un mayor riesgo cardiovascular. Entre estos pacientes, el aumento del riesgo de enfermedad coronaria puede estar relacionado con tasas elevadas de ansiedad y depresión.

Factores ambientales
El bajo nivel socioeconómico se ha convertido en un factor de riesgo. El aumento de los factores de estrés psicosocial, las limitadas oportunidades educativas y económicas, y la falta de influencia de los compañeros que favorezca la elección de estilos de vida más saludables pueden ser elementos causales que conduzcan a un aumento de la enfermedad coronaria entre los individuos con condiciones de vida socioeconómicas bajas.

Se calcula que la contaminación atmosférica causó 9 millones de muertes en todo el mundo en 2019, de las cuales el 62% se debieron a ECV y el 31,7% a arteriopatía coronaria. Los aerosoles ambientales gravemente contaminados contienen varios metales tóxicos, como plomo, mercurio, arsénico y cadmio. La exposición transitoria a diversos contaminantes atmosféricos puede desencadenar la aparición de un síndrome coronario agudo.

Factores relacionados con el estilo de vida
Las largas jornadas laborales de los pacientes que han sufrido un primer infarto de miocardio aumentan el riesgo de un evento recurrente, posiblemente debido a la exposición prolongada a factores de estrés laboral.

Saltarse el desayuno se ha relacionado con un aumento de la mortalidad cardiovascular y por cualquier causa.

El consumo prolongado de bebidas que contienen azúcar y edulcorantes artificiales también se ha asociado a un aumento de la mortalidad cardiovascular.

Reconocer la presencia de uno o más de estos nuevos factores de riesgo podría ayudar a impulsar y mejorar los comportamientos para reducir al mínimo los factores de riesgo CV más convencionales.

Fuente: https://www.medscape.com/viewarticle/991106