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Escasez de profesionales sanitarios: consecuencias dramáticas en toda Europa
Falta de atractivo de la profesión, envejecimiento del personal médico, formación insuficiente para asegurar la cobertura, baja inversión… la escasez de profesionales sanitarios afecta a todos los países europeos y tiene múltiples causas.
En este artículo, Medscape hace un balance de la situación a partir de datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las publicaciones de sus ediciones internacionales, centrándose en 5 regiones europeas: Reino Unido, España, Francia, Alemania e Italia.
Estado de emergencia
Los desiertos médicos, la crisis hospitalaria acentuada aún más en las últimas semanas por las epidemias invernales y las preocupantes consecuencias de la escasez de profesionales de la salud en los sistemas sanitarios, ya en mal estado tras dos años de crisis ligada a la COVID-19, deben llevar a los países a tomar medidas de emergencia, afirmó la OMS.
“Sin una intervención inmediata, la escasez de profesionales sanitarios en la región europea podría provocar una catástrofe”, advirtió el organismo internacional, tras haber publicado un informe en el que presenta un inventario de los recursos humanos disponibles en salud en 53 Estados, incluidos los de la Unión Europea.
Una muestra de lo degradada de la situación es que, durante las vacaciones, muchos servicios de emergencia solo pudieron atender emergencias vitales y tuvieron que trabajar en condiciones deplorables.
En los servicios de urgencias británicos, actualmente se observa un exceso de mortalidad de alrededor de 300 a 500 personas por semana debido al hacinamiento en los servicios.
En Francia, el sindicato Samu Urgences de France lanzó recientemente, como continuación del “no bed challenge” y el “no med challenge” (servicios cerrados o líneas inaccesibles), el “no dead challenge”, un censo de muertes inesperadas. Estimó así que 31 pacientes fallecieron en diciembre por esperas excesivamente largas en el servicio de urgencias o en prehospitalario por “falta de servicios móviles de urgencia y reanimación”.
Todos los países de la región europea enfrentan serios desafíos relacionados con los profesionales de la salud y la atención
¿Qué personal? Fuertes disparidades entre países
El informe ofrece un interesante panorama de las disparidades existentes entre países, según las profesiones sanitarias, y se centra en la cantidad de personal, pero también en la edad para prever las jubilaciones y el número de profesionales formados al año para asegurar la cobertura de los servicios de salud.
Por ejemplo, en cuanto al número de médicos, el promedio es de 37 practicantes por cada 10.000 habitantes. Francia se encuentra por debajo de esa cifra (aproximadamente 33 por cada 10.000 habitantes), entre Rumanía y Estonia. El Reino Unido está aún menos dotado (30 por 10.000). Italia está arriba (41), por detrás de Alemania (45), España (46) y Portugal (53). Grecia alcanza su punto máximo con más de 60 médicos por cada 10.000 habitantes.
En cuanto al personal de enfermería, Grecia ocupa el penúltimo puesto, con la mitad de la densidad de la media europea, que es de 80 enfermeros por cada 10.000 habitantes. España e Italia también están por debajo de la media, con 60 enfermeros por cada 10.000 habitantes, mientras que Francia está por encima esta vez (alrededor de 120), tras Alemania (140) o Suiza, que se acerca a los 180 enfermeros por cada 10.000 habitantes.
Muchos médicos cerca de la jubilación
En su informe, la OMS especifica que el envejecimiento de los profesionales de la salud representa un gran desafío para muchos países que deberán anticipar el reemplazo del personal jubilado lo antes posible. En promedio, en los países estudiados, hay 30% de médicos de 55 años o más. En un tercio de los países, 40% de los médicos se encuentra en este grupo de edad.
Aquí nuevamente hay disparidades significativas dependiendo del país. Mientras que el Reino Unido tiene una proporción bastante baja de médicos de 55 años o más (alrededor de 14%), al igual que Irlanda y Finlandia (22%), España está por encima de la media (32%), superada en gran medida por Francia y Alemania, ambas cercanas a 45%. Italia ocupa el primer lugar con 55% de los médicos de 55 años o más, lo que genera muchas preocupaciones sobre la capacidad del país para renovar la fuerza laboral en los próximos años.
Para Francia, según los últimos datos del Caisse autonome de retraite des médecins français (Carmf), la proporción de médicos mayores de 50 años es ahora de 57%, mientras que la de mayores de 65 años ha aumentado a 35%, en comparación con 9% de hace 20 años.
En España, la jubilación de médicos, sobre todo en determinadas especialidades como la medicina interna, y la falta de formación de los nuevos profesionales sanitarios es también una de las principales preocupaciones de los profesionales de la asistencia sanitaria. Con el envejecimiento de la profesión y el gran número de jubilaciones previstas, la situación podría agravarse si no se toman medidas para frenar el fenómeno.
Los datos de la OMS sobre la formación de los profesionales sanitarios muestran que algunos países parecen prever la escasez menos que otros. Es el caso de Francia: con 10 médicos formados al año por cada 100.000 habitantes, frente a la media europea de 15 por cada 100.000 habitantes, el país se sitúa en el último lugar de la clasificación, entre Uzbekistán y Tayikistán. Alemania y el Reino Unido también están por debajo de la media (12 y 13 respectivamente), al igual que España (14), mientras que por encima se sitúan Italia (18), que parece tomar la delantera ante el envejecimiento de la población médica, e Irlanda (25).
El aumento de los desiertos médicos
La consecuencia de la falta de médicos es el surgimiento de los desiertos médicos.
La consecuencia de la falta de médicos es el surgimiento de los desiertos médicos”.
En tres años, los desiertos médicos han aumentado un 50% en Francia, según un estudio del Departamento de Investigación, Estudios, Evaluación y Estadística (Drees). Siete de cada 10 médicos de cabecera creen que la disponibilidad de médicos en su área de práctica es insuficiente y tres de cada 10 dicen encontrar obstáculos para derivar a sus pacientes con especialistas por los tiempos de espera.
La consecuencia de esta escasez son 6 millones de personas, incluidos 600.000 pacientes que padecen una afección crónica, que están actualmente sin médico, lo que equivale a casi 1 de cada 10 franceses.
En algunas regiones francesas, el tiempo de espera para una cita con un cardiólogo es de más de un año, mientras que la posibilidad de hacerse una mamografía se ha vuelto imposible en algunos casos, por falta de un radiólogo.
Cabe señalar que si bien Alemania también tiene sus desiertos médicos, se ha puesto en marcha un sistema de regulación de instalaciones, el Bedarfsplan, que está dando sus frutos. Salvo excepciones, los médicos solo están homologados por la seguridad social en las zonas donde el número de médicos por habitante es inferior al fijado por las autoridades. En concreto, no pueden establecerse en áreas donde la densidad médica es 10% superior a la media nacional.
En Reino Unido, España e Italia, donde la instalación también está regulada por las autoridades sanitarias, el problema de los desiertos médicos es menos importante que en Francia.
Según la OMS, “los incentivos financieros por sí solos no son suficientes” para alentar a los médicos a ejercer en áreas de escasos recursos. Deben esforzarse por aumentar el acceso a la formación continua y mejorar las condiciones de trabajo, en especial para adaptarlas a las limitaciones familiares.
Servicios públicos en números rojos
El sector hospitalario sufre especialmente la escasez de personal. Además de las jubilaciones, desde la pandemia de la COVID-19, debido al deterioro de las condiciones de trabajo, la fuga de profesionales de la sanidad pública se ha acelerado. Algunos sectores se ven especialmente afectados, como las salas de urgencias, maternidad y psiquiatría, y muchas operaciones quirúrgicas, en todos los ámbitos, se están cancelando o aplazando, con la consiguiente pérdida de oportunidades para los pacientes.
En Italia, “cada día, siete médicos abandonan el servicio nacional de salud”, declaró a Medscape Noticias Médicas el Dr. Pierino di Silverio, recién elegido secretario general del principal sindicato de hospitalistas públicos ANAAO-ASSOMED. Además, según datos preliminares, en los próximos 5 años se espera que se jubilen o dimitan unos 40.000 médicos públicos. Una cifra considerable, teniendo en cuenta que, según el último informe del Ministerio de Sanidad italiano, el número total de médicos que trabajaban para el servicio público era de 103.092 en 2019.
“Las condiciones de trabajo se deterioran por exceso de trabajo y organización inadecuada; además, el salario es insuficiente, sobre todo considerando las numerosas obligaciones e incompatibilidades impuestas a los médicos que trabajan en los hospitales públicos”, detalló el Dr. Di Silverio.
En Inglaterra, 25.000 enfermeras o matronas públicas renunciaron el año pasado, mientras que 47.000 puestos de enfermería están actualmente vacantes, según su sindicato, el Royal College of Nursing (RCN), que se refiere a “un personal de enfermería agotado y mal pagado”. Una prueba de la falta de atractivo de la profesión es la cantidad de estudiantes de enfermería, que está disminuyendo, alertó el sindicato.
La deserción afecta a todas las partes del National Health Service (NHS). Hay más de 132.000 plazas en total en salud en 2022, es decir, 25% más que en 2021. En cuanto a médicos, 10.000 plazas están desocupadas, es decir, un aumento de 32% en un año. Una situación que añade una presión adicional al personal en activo, que podría verse tentado a abandonar a su vez la función pública.
El Commons Health and Social Care Committee, vinculado al Parlamento británico, alude a “la mayor crisis laboral en la historia del National Health Service“, una situación que representa “un grave riesgo para la seguridad del personal y los pacientes”.
También en Francia se han producido muchas bajas y menos contrataciones entre el personal sanitario, sobre todo desde la COVID-19.
En Alemania, la gestión de la pandemia por SARS-CoV-2 ha provocado también un aumento de las dimisiones o paros laborales, lo que debilita el sistema sanitario. El año pasado quedaron vacantes 35.000 puestos de personal de enfermería en todo el país, un aumento de 40% en una década, según un estudio realizado para el Ministerio de Economía alemán.
Según una encuesta realizada en hospitales alemanes con más de 50 camas, 90% de ellos describió una escasez de personal mayor de lo habitual. En la mitad de los hospitales, los paros aumentaron entre 5% y 20% en 2022. Como consecuencia, la escasez de personal está provocando el cierre de algunos servicios de urgencias.
También en pediatría la situación se ha vuelto muy tensa en Alemania, al igual que en otros lugares, ya que una epidemia de bronquiolitis está afectando duramente a los servicios de cuidados intensivos, cuya capacidad es insuficiente por falta de personal para hacer frente a la afluencia de pacientes jóvenes.
Cuando los profesionales sanitarios abandonan su país
En España, como en Portugal, Grecia y los países de Europa del Este, los contratos precarios, los ingresos más bajos y la falta de reconocimiento empujan a cada vez más personal de enfermería y médico a abandonar el país para trabajar en el extranjero, principalmente en Suiza, Alemania y Francia, donde encuentran empleos mucho mejor remunerados. Este fenómeno parece ir en aumento. En 2021 se expidieron 4.130 certificados de aptitud, documento obligatorio para ejercer fuera de España.
Quienes se quedan y tratan de mantener a flote el servicio público critican la falta de recursos económicos y humanos, lo que contribuye a una sobrecarga de trabajo que se ha vuelto insostenible. Allí también se multiplican las consultas para los médicos, mientras que los pacientes ven cómo se alargan los retrasos en los tratamientos. Además, la falta de personal de enfermería preocupa a 95% de los establecimientos sanitarios españoles.
Según el secretario general de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), la escasez de profesionales “puede provocar el colapso del sistema nacional de salud y afectar gravemente a la atención de los pacientes”.
“La columna vertebral de nuestro sistema de salud está desapareciendo”, advirtió un médico de atención primaria español en un editorial.
Bombas de tiempo
“La escasez de personal, la contratación y retención deficientes, la emigración de trabajadores cualificados, las condiciones de trabajo poco atractivas y la falta de acceso a oportunidades de formación continua están asolando los sistemas sanitarios”, afirmó el Dr. Hans Henri Kluge, director de la OMS Europa.
Según él, todas estas amenazas para los sistemas de salud europeos representan “una bomba de tiempo”, que podría “tener graves consecuencias para la salud, largos tiempos de espera antes del tratamiento, muchas muertes evitables, incluso el colapso de los sistemas de salud”.
La escasez de personal, la contratación y retención deficientes, la emigración de trabajadores cualificados, las condiciones de trabajo poco atractivas y la falta de acceso a oportunidades de formación continua están asolando los sistemas sanitarios
Fuente: https://espanol.medscape.com/verarticulo/5910343?src=soc_fb_230130_mscpsp_news_misc_escasezdemedicos&faf=1#vp_1