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Científicos buscan las razones de la ‘superinmunidad’ de recuperados de Covid
Investigadores la conocen como inmunidad híbrida y son los anticuerpos desarrollados por personas que enfermaron de SARS-CoV-2.
Las personas que enfermaron de Covid-19 y luego se vacunaron, desarrollaron una “superinmunidad” o “inmunidad híbrida”, como la llaman la mayoría de los científicos.
Estas personas tienen una respuesta inmunitaria más fuerte, después de ser vacunadas en comparación con quienes nunca se han infectado.
De acuerdo con un artículo publicado en la revista Nature, Matthieu Mahévas, inmunólogo del Instituto Necker para Niños Enfermos de París, sugiere que una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 podría permitir a las personas −que no han desarrollado la enfermedad− obtener los beneficios de la inmunidad híbrida.
¿Qué es la inmunidad híbrida?
La inmunidad híbrida que se desarrolla en el cuerpo humano ante el SARS-CoV-2 se refiere a la generación potente de anticuerpos neutralizantes contra las variantes del nuevo coronavirus.
Es muy probable que esos anticuerpos serán eficaces –incluso– contra cualquier variante futura del nuevo coronavirus, afirmó Theodora Hatziioannou de la Universidad Rockefeller de Nueva York.
Mientras el mundo está atento a nuevas variantes, la base de esa “superinmunidad” se ha convertido en una fuerte línea de investigación en la comunidad científica.
Los investigadores esperan que, al trazar un mapa de las diferencias entre la protección inmunitaria que se obtiene de la infección y la que se obtiene de la vacunación se pueda construir un camino más seguro hacia este mayor nivel de protección.
Sin embargo, Nature alerta que, a pesar de los beneficios de esta “superinmunidad” no se debe busca infectarse para obtener más defensas, porque hay riesgos de contraer un Covid-19 grave o mortal.
“No estamos invitando a nadie a infectarse y luego vacunarse para tener una buena respuesta”, dijo Andrés Finzi, virólogo de la Universidad de Montreal.
Las pistas de la superinmunidad
Una vez que se autorizaron las vacunas contra el SARS-CoV-2, los investigadores empezaron a notar propiedades únicas en las respuestas a la vacuna, en personas que se habían contagiado y recuperado previamente de la Covid-19.
“Vimos que los anticuerpos alcanzaban niveles astronómicos que superaban a los que se obtienen con dos dosis de una vacuna contra Covid-19″, señaló Rishi Goel, inmunólogo de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia.
Los estudios iniciales que se hicieron en personas con inmunidad híbrida revelaron que el suero (la parte de la sangre que contiene anticuerpos) era capaz de neutralizar las cepas del SARS-CoV-2 que evitan la inmunidad del cuerpo humano, en comparación con los individuos vacunados que nunca habían tenido contacto con el nuevo coronavirus.
Los científicos sugieren que la inmunidad híbrida se debe, al menos en parte, a unos agentes inmunitarios llamados células B de memoria.
La infección natural de la Covid-19 desencadena respuestas contra proteínas víricas distintas de la espiga del SARS-CoV-2, el objetivo de la mayoría de las vacunas.
Durante la infección, cientos de millones de partículas víricas pueblan las vías respiratorias, encontrando células inmunitarias que visitan regularmente los ganglios linfáticos cercanos, donde maduran las células B de memoria.
Las proteínas víricas permanecen en el intestino de algunas personas meses después de la recuperación y es posible que esta persistencia ayude a las células B a perfeccionar sus respuestas al SARS-CoV-2.
De hecho, la mayor parte de los anticuerpos producidos tras la infección o la vacunación proceden de unas células de corta duración llamadas plasmablastos y los niveles de anticuerpos disminuyen cuando estas células –de manera inevitable– mueren.
Una vez que los plasmablastos desaparecen, la principal fuente de anticuerpos pasa a ser las células B de memoria, mucho más raras, que se activan con la infección o la vacunación.
Según Michel Nussenzweig, inmunólogo del Rockefeller, la infección y la vacunación exponen la proteína espiga del SARS-CoV-2 al sistema inmunitario de formas muy diferentes.
Un estudio realizado en Qatar sugiere que las personas que reciben la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech, después de la infección, tienen menos probabilidades de dar positivo en las pruebas de Covid-19 que los individuos sin antecedentes de infección.
Comprender el mecanismo que subyace a la inmunidad híbrida será clave para emularla, dicen los científicos.
Los últimos estudios se centran en las respuestas de los anticuerpos fabricados por las células B y es probable que las respuestas de las células T a la vacunación y a la infección se comporten de forma diferente.
Recientemente, los investigadores quieren estudiar la inmunidad en las personas que se infectaron después de sus vacunas contra la Covid-19 y no antes.
Créditos: Comité científico Covid