Según un reportaje de The New York Times, el lapso en que los pacientes son más contagiosos inicia dos días antes de que presenten los síntomas y durante los cinco días posteriores, según nuevos análisis.
Las personas con la COVID-19, la enfermedad generada por el coronavirus, son más contagiosas unos dos días antes de que comiencen los síntomas y durante cinco días más, según nuevos análisis a de investigaciones anteriores.
Otros estudios han sugerido que unos pocos pacientes extremadamente enfermos o con sistemas inmunitarios afectados podrían expulsar —o “liberar”— el virus hasta por veinte días. Incluso en los casos leves, algunas personas pueden liberar el virus más o menos durante una semana, según el nuevo análisis.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) de Estados Unidos recomiendan que la gente infectada se aísle durante un mínimo de diez días desde el inicio de su enfermedad. La agencia está considerando reducir el periodo recomendado de aislamiento y podría publicar nuevos lineamientos en estos días.
De acuerdo con el reportaje de Apoorva Mandavilli, en septiembre, Francia disminuyó el periodo de aislamiento de catorce a siete días, y Alemania está considerando reducirlo a cinco días (el aislamiento es para la gente enferma; la cuarentena es para la gente que ha estado expuesta al virus y podría enfermarse).
Es probable que fijar el tiempo de aislamiento en cinco días sea mucho más aceptable y pueda fomentar un mayor cumplimiento de la gente infectada, dijo Muge Cevik, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de St. Andrews en Escocia y quien dirigió el nuevo análisis, publicado en la revista The Lancet Microbe.
Un estudio reciente realizado en el Reino Unido demostró que tan solo una de cada cinco personas pudo aislarse durante diez días después de haber desarrollado los síntomas. “Aunque hiciéramos más pruebas, si no podemos garantizar el autoaislamiento de la gente, no creo que podamos controlar la propagación”, opinó Cevik.
En Estados Unidos, muchas personas se hacen la prueba para ver si están infectadas hasta un día o dos después de que empiezan a sentirse enfermas. Con las demoras actuales, muchas reciben sus resultados dos o tres días más tarde, cerca del final del lapso de tiempo en el que pueden contagiar a otros.
“Aunque te hagas la prueba PCR el primer día que puedas, para cuando te lleguen los resultados se habrá completado el 90 por ciento de tu periodo de propagación”, señaló Michael Mina, virólogo de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard. “Este metanálisis muestra la brevedad del periodo de transmisión”.
Cevik y sus colegas analizaron la cinética del coronavirus durante el curso de una infección y compararon el patógeno con los virus SRAG y SROM estrechamente relacionados.
Los investigadores analizaron casi 1500 estudios publicados desde 2003 hasta junio de 2020 sobre el momento de la infección en miles de personas, la mayoría de las cuales estaban lo suficientemente enfermas como para ser hospitalizadas. El equipo extrajo datos de 79 estudios del nuevo coronavirus, 11 estudios de MERS y ocho estudios de SARS.
Las personas que nunca desarrollan síntomas parecen portar aproximadamente la misma cantidad del nuevo coronavirus que los pacientes sintomáticos, encontraron Cevik y sus colegas. Pero las personas asintomáticas parecen eliminar el virus de sus cuerpos más rápidamente.
La gente con la COVID-19 suele ser más infecciosa un día o dos antes de la aparición de los síntomas y hasta unos cinco días después, concluyó el análisis. No obstante, los pacientes pueden ser portadores de fragmentos genéticos del virus en la nariz y la garganta un promedio de diecisiete días y, en algunos casos, hasta tres meses.
Unos pocos pacientes pueden portar virus infeccioso en los pulmones —en lugar de la nariz y la garganta—hasta ocho días después de que comenzaron los síntomas, señaló Megan Ranney, médica de emergencia en la Universidad de Brown. Al menos para estos pacientes, la duración del aislamiento tal vez debería ser mayor a cinco días, si tan solo pudieran ser identificados.
“El problema es que a partir de un examen físico no siempre es evidente quién tiene neumonía por COVID y quién no”, mencionó Ranney. “No lo pueden saber por sí solos”.
Las personas mayores tienden a ser infecciosas durante más tiempo que las personas más jóvenes, pero ningún estudio en el análisis detectó virus activo más allá de los nueve días de que surgieran síntomas. Los resultados indican que las pruebas positivas después de ese momento solo encuentran fragmentos genéticos, en lugar de virus vivos enteros, dijo Cevik.
Debido a que el periodo infeccioso parece llegar a su punto máximo con relativa rapidez en el curso de la enfermedad, los trabajadores de la salud en las clínicas comunitarias pueden tener un mayor riesgo de infectarse que los que trabajan en la unidad de cuidados intensivos (UCI), donde los pacientes tienden a estar en las últimas etapas de la enfermedad, agregó Cevik.
El análisis enfatiza los datos que se han acumulado desde marzo. En julio, con base en evidencia similar, los CDC truncaron su recomendación de aislamiento de catorce a diez días.
Sin embargo, incluso con diez días, el periodo de aislamiento podría ser demasiado largo para muchas personas, según expertos. Los pacientes tal vez no sean capaces de aislarse durante tanto tiempo por motivos financieros o tal vez no se sientan tan enfermos como para querer hacerlo.
“Si se pudiera reducir, creo que serviría para que la gente cumpla los lineamientos de salud pública”, opinó Angela Rasmussen, viróloga afiliada con el Centro de Ciencias y Seguridad de la Salud Global de la Universidad Georgetown, para referirse al periodo recomendado de aislamiento.
Sin embargo, el hecho de que tan solo unos pocos de los estudios incluidos observaron el virus vivo es una limitante para el nuevo análisis.
Algunas personas de la tercera edad o muy enfermas podrían ser infecciosas durante más de una semana. Sin embargo, si más gente se aísla gracias a una reducción del periodo recomendado, el beneficio para la comunidad será mayor que cualquier riesgo que represente la pequeña cantidad de virus que podrían seguir portando unos pocos pacientes después de cinco días, señaló Stefan Baral, investigador especializado en salud pública de la Universidad Johns Hopkins.
Sin embargo, algunos doctores mencionaron que no les convencía el análisis que determinó cinco días de aislamiento para evitar la transmisión en la mayoría de la gente.
“Supongo que hay un punto óptimo, pero todavía no sé cuál es”, dijo Taison Bell, médico especializado en enfermedades infecciosas y cuidados intensivos de la Universidad de Virginia.
Cevik y otros expertos sugieren que las personas pueden aislarse tan pronto como presenten síntomas leves, como dolor de garganta o dolores de cabeza y cuerpo, sin aventurarse a hacerse una prueba PCR justo cuando son más infecciosos.
Pero Bell dijo que no estaba seguro de cómo funcionaría esto en la práctica, porque los primeros síntomas eran similares a los de otras infecciones virales, incluida la gripe común.
Cevik dijo que para confirmar el diagnóstico, se podría realizar la prueba PCR después de que terminara el aislamiento. Además, podría tener sentido hacerse una prueba rápida de antígeno, que permite detectar grandes cantidades de virus, para confirmar una infección activa por coronavirus mientras la persona se aísla.
Otros expertos también respaldaron el uso de pruebas rápidas en casa. “Creo que es una solución maravillosa”, dijo Ranney. “Si tienes síntomas y tienes una prueba confiable que puedes hacerte en casa, quédate en casa, prueba en casa y aíslate durante cinco días”.
En general, el nuevo análisis enfatiza la rapidez con la que prolifera el coronavirus en el cuerpo y la velocidad de respuesta que deben tener los pacientes y los doctores para mantenerlo contenido, mencionó Baral. El punto máximo en los niveles del virus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (SROM) es de siete a diez días a partir de que comienzan los síntomas, y el punto máximo en los del síndrome respiratorio agudo grave (SRAG) es entre los días diez a catorce.
Es más viable tener a los pacientes aislados en casa durante cinco días que durante diez, usando mascarilla, con las ventanas abiertas, con una limpieza constante de las superficies de contacto frecuente y alejados de otros miembros de la casa, mencionó Baral.
“Creo que hay una disminución del rendimiento con esos últimos cuatro o cinco días”, opinó. “Un aislamiento intenso durante esos primeros cinco a siete días evitará muchísimas infecciones… muchísimas”.